1996
Descripción del proyecto
En este relato gráfico y literario, se narra un desconocido capítulo de la historia de la aerostación barcelonesa y de las vicisitudes de un genial inventor, el industrial Don Práxedes Vilanova y de su hijo, Don Francisco de Asís Vilanova, gran aficionado a la fotografía. Este último, fue uno de los protagonistas de un histórico vuelo en el que presumiblemente, se realizó la primera fotografía aérea de la historia.
Este hecho se produjo a bordo del globo-dirigible Ciudad de Barcelona, que proyectado por Vilanova y comandado por el militar francés del cuerpo expedicionario de aerostación, Colonel Adolphe Theodore, surcó los cielos de Barcelona a medidos del siglo XIX. Don Francisco, ascendió junto con Theodore en el vuelo inaugural efectuado el 28 de diciembre de 1853. En palabras del conocido especialista en la historia de la aeronáutica catalana Jaume d’Andratx ;
El globo dirigible Ciudad de Barcelona estaba enteramente construido con tecnología catalana. La tela estaba tejida en Sabadell, en la fábrica textil del Sr. Ignacio Riu. La cesta era una manufactura procedente de las Atarazanas de Barcelona. La novedad del Ciudad de Barcelona consistía en ser uno de os primeros dirigibles propulsado por un chorro de vapor a presión, una idea de Don Práxedes. Otra novedad era el combustible de la máquina de vapor; agua sí, pero agua de Caldas de Malavella, procedente de los acuíferos del balneario de Vichy Catalán.
En realidad, este proyecto parte de una propuesta del suplemento cultural Vang, del periódico barcelonés La Vanguardia, que dedicó uno de sus artículos al tema de la creación de falsas noticias por parte de los medios de comunicación y su condición de creadores de realidad. Una parte de estas fotografías se publicaron como ilustraciones de un divertido y excéntrico relato escrito por el periodista barcelonés Guillem Martínez, a la sazón, Jaume d’Andratx.